Qué comer antes de dormir si quieres perder peso, según la ciencia

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Escrito por FRANK OLIMPO
El gimnasio no es el único sitio donde puedes deshacerte de esos kilitos de más…también puedes adelgazar durmiendo. Hoy te mostramos una serie de consejos científicos sobre lo que debes comer antes de dormir si quieres perder peso.
 
Probablemente en tu nevera tengas algún alimento que te ayude a perder peso de forma natural. Pero no solo es importante lo que comas, sino cuándo lo comas.

Comer ciertos alimentos antes de dormir es clave para adelgazar. ¿Quién te iba a decir que podrías llevar a cabo la operación bikini desde la cama?

Desayunos prohibidos: alimentos que nunca deberías tomar

Eso sí, evidentemente tu cuerpo no puede hacer todo el trabajo durmiendo. También tendrás que mantener tu dieta sana y equilibrada durante el día, además de complementarlo con algo de ejercicio.

A continuación veremos qué comer antes de dormir para adelgazar. Puede que las dietas milagro no existan, pero si hay una base científica que asegura que estos productos te ayudarán a perder peso durante la noche.

4. Platanos        

Comerte un plátano antes de dormir para perder peso es clave, pero tiene doble beneficio. Para empezar, tienen alto contenido en triptófano por lo que te relajan y te ayudarán a dormir mejor, revelan desde Eat This, Not That!. A esto hay que sumarle su alto contenido en fibra, siendo un alimento que te sacia y mantiene tu estómago lleno.

3. Pavo

Si lo que buscas es un snack salado antes de irte a la cama apuesta por unas lonchas o filetes de pavo. Es un alimento bajo en calorías y además tiene un alto contenido en triptófano, al igual que los plátanos, que absorberás mejor con la vítamina B. Además, tiene proteína por lo que aumentarás proteína durante la noche. Cometelo con un par de tostas integrales, la fibra mantendrá tu estómago lleno.

2.Cerezas

Uno de los mejores postres para después de cenar es un bol de cerezas. Para empezar, te quitará el antojo de comer algo dulce. Además, son una fuente natural de melatonina, mejorando tu calidad del sueño según revelan desde el diario Journal of Medicinal Food. Y, por último pero no menos importante, tienen muchos antioxidantes eliminando el hinchazón y quitándote unos kilos de mas durante la noche.

1.Yogur griego

Además de estar delicioso, comerte un yogur griego sin azúcar antes de dormir te ayudará a perder peso. La clave está en que tiene muchas proteínas y, como demostró un estudio publicado en NCBI, comer proteína antes de dormir estimula la síntesis de proteínas ayudándonos a reparar y aumentar nuestro músculo.  Así, tiene alto contenido en proteína magra siendo una alimento ideal para quemar grasa.

Alimentos que deberías desterrar de tu cena

Debemos cuidar lo que comemos antes de dormir

Si duermes mal y no logras conciliar el sueño a la hora de meterte en cama, incorporar ciertos alimentos a tu cena es una práctica que puede echarte un cable para mejorar tu descanso. Hoy recopilamos 10 alimentos clave para dormir bien.
 
Sabemos que para obtener el adecuado descanso debemos cumplir una serie de condiciones, como respetar el número de horas suficientes de sueño, mantener una rutina estable -sin oscilaciones bruscas en los horarios-, evitar el consumo a última hora de sustancias estimulantes, ignorar los dispositivos tecnológico antes de dormir debido a la acción que ejerce la luz de las pantallas o encontrar la postura adecuada. Además de todas estas claves, la alimentación y los productos que nos llevamos a la boca antes de dormir también constituyen una variable importante que debes tener en cuenta.

En primer lugar, recuerda que darte un atracón, cenar demasiado tarde y meterte enseguida en cama u optar por una cena demasiado pesada y abundante o con exceso de picante, grasa o azúcar no te producirá ningún efecto halagador al dormir, pudiendo provocarte pesadillas e indigestión. Por supuesto, irse a la cama sin cenar tampoco es una práctica nada recomendable. Lo idóneo es optar por la solución equilibrada y preparar una cena ligera y saludable, que te produzca sensación de saciedad y que esté compuesta por alimentos poco grasos y de fácil digestión. Además, es recomendable esperar en torno a dos horas para meterte entre las sábanas.

El triptófano es un aminoácido precursor de la serotonina y de la melatonina, la hormona del sueño. Hay alimentos ricos en triptófano tanto de origen animal como vegetal, así tenemos el chocolate negro los frutos secos que además contienen magnesio, los cereales integrales en especial la avena y legumbres que deben ser también integrales para que contengan no solo triptófano sino que aporten vitaminas del grupo B. Entre las proteínas son ricas en triptófano están la leche, la yema de huevo, las carnes de pollo y pavo y los pescados azules que además aportan ácidos grasos omega 3. Las frutas más ricas en triptófano son la piña, el plátano, el aguacate y la ciruela. También hay verduras ricas en triptófano sobre todo el brócoli.

Otros alimentos ricos en triptófano son las semillas de girasol, calabaza y sésamo, también la levadura de cerveza.

Para que se produzca la conversión del triptófano en serotonina y posteriormente en melatonina que es la hormona del sueño necesita unos cofactores que son el magnesio, la vitamina B6 y el zinc.

Hoy queremos recomendarte algunos alimentos ricos en triptófano, un aminoácido necesario para producir serotonina y melatonina, cuyos niveles influyen de forma directa en el sueño. Muchos alimentos ricos en proteínas lo contienen, como las carnes y pescados, los frutos secos o los huevos. También necesitarás ácidos grasos como el Omega 3, presente en verduras de hoja verde, salmón o nueces. A continuación, anota qué productos deben ser una constante en tus cenas para dormir bien.

10 alimentos para dormir bien

Queso fresco (perfecto para acompañar el pan integral), yogur o, como habremos escuchado y leído miles de veces, un vaso de leche caliente. Y sí, otra vez aquí juega a su favor el triptófano, además del calcio que también nos aporta. Todo depende de cómo nos siente la leche por la noche.

Avena

Como cereal, la avena da una sensación de relax y además es saciante y tiene fibra. “Avena o mijo con verduras, por ejemplo, son una buena cena”, apunta Elcacho. Según Carlas, “aunque no sea la cena ideal, un vaso leche desnatada o de bebida de avena, con unos copos de avena, nos puede hacer salir del apuro”, según Carlas.

 

 


Los alimentos que deberías desterrar de tu cena
¿Será cierto aquel dicho popular “el melón por la mañana oro, por la tarde plata y por la noche mata”? O que los carbohidratos son el enemigo número uno de la dieta si los tomamos a partir de las 18 h, que los cítricos provocan acidez si los consumimos a la hora de la cena o que conviene evitar las verduras crudas, de difícil digestión, antes de irnos a la cama.

Son algunas de las creencias populares que circulan sobre lo que debemos (o no) incluir en la cena, aunque en muchas ocasiones no son más que tópicos que deberíamos empezar a erradicar. ¿De verdad hay alimentos que no debemos comer de noche? Según Álvaro Sánchez, nutricionista de Medicadiet, “depende siempre de cada persona, pues es complicado hacer afirmaciones que sirvan para todo el mundo, ya que la dieta debería ser siempre personalizada”. Dicho esto, es cierto que hay algunos alimentos con los que hay que ir cuanto menos con cuidado si decidimos consumirlos de noche, y otros que se llevan la fama y que al fin y al cabo no son tan desaconsejables como creemos.

Carbohidratos

 
Los carbohidratos son necesarios (Westend61 / Getty)

“Se han demonizado injustamente los carbohidratos”, asegura Sánchez, ya que no dejan de ser una fuente de energía. Conviene limitar su consumo por las noches, ya que es cierto que el cuerpo no va a necesitar tanto esta energía, pero no se deben eliminar por completo bajo ningún concepto. “Deberíamos consumir algo de hidratos de carbono en todas las comidas, también por la noche. De no hacerlo, vamos a levantarnos con más hambre e incluso a tener una hipoglucemia nocturna”.

Los carbohidratos nos ayudan a mantener la masa muscular, “y el problema de las dietas low-carb es que no solo acaban por destruirla, sino que se reduce considerablemente el consumo de fibra, cosa que tiene consecuencias sobre nuestra salud”. La fibra es fundamental para el buen funcionamiento de la microbiota intestinal (la que denominamos comúnmente flora), vital para el buen funcionamiento del organismo.

Conviene limitar el consumo de carbohidratos por las noches

Por tanto, hay que comer hidratos de carbono en todas las comidas, también por la noche, aunque conviene regular su consumo. “Basta una rebanada de pan, un puñado de arroz o cereal, a poder ser integral, pues al ser de absorción lenta mantienen el índice glucémico a unos niveles moderados”. Los que hacen deporte por las tardes deben incluir sí o sí algo de carbohidrato en la cena. “El músculo tiene que recuperarse”, dice Sánchez.

Fruta

Una pieza de fruta de tamaño normal contiene 10 gramos de fructosa (fotohunter / Getty)

Mientras parece haber consenso en que la verdura es una gran aliada por las noches, ya que tiene pocas calorías, mucha fibra y un índice glucémico bajo (salvo la calabaza y la zanahoria hervidas), con la fruta suele haber más controversia. ¿Qué hay de cierto en aquello de que conviene evitar la fruta por las noches? “Para empezar, es falso que la fruta contiene azúcar, ya que una cosa es la sacarosa y otra es la fructosa. Una pieza de fruta de tamaño normal contiene 10 gramos de fructosa, una cantidad de hidratos de carbono similar a una rebanada de pan pequeña, de manera que podemos tomarla por la noche sin problemas”, asegura Sánchez.

Lo que es sin duda un error es no comer fruta a lo largo del día y por la noche optar por un bol con varias piezas “o comernos medio melón”. Lo aconsejable es siempre “repartir los hidratos de carbono a lo largo del día para que el índice glucémico esté estable, de lo contrario acabaremos teniendo hipoglucemia y unas ganas terribles de dulce”.

Embutidos

 
Surtido de embutidos (Kuvona / Getty Images/iStockphoto)

Por descontado que salchichón, chorizo y demás derivados grasos del cerdo son alimentos non gratos en la cena, pero podemos extender esta prohibición a la socorrida loncha de jamón cocido o incluso a la pechuga de pavo. “Desde luego que los embutidos magros son más saludables que los grasos, y también que lo son más los que proceden de aves, pero no es recomendable convertirlos en alimentos recurrentes en nuestras cenas”, afirma el nutricionista.

La idea es evitar los alimentos procesados y apostar por huevos, verdura, legumbres, pescado o frutos secos, además de buscar otras fuentes de proteína que vayan más allá de la carne y sus derivados, los cuales deberían ser productos de consumo esporádico.

Carne roja

 
Carne de ternera (fcafotodigital / Getty Images)

¿Qué significa exactamente esporádico, un término que, cuando se asocia a la carne roja, da lugar a múltiples interpretaciones? Sánchez suele decirlo así en su consulta: “Si no se come carne roja, es decir, ternera, cerdo y buey, en una semana no pasa nada”. Como máximo deberíamos consumirla un par de veces a la semana, de manera que es un error convertir el bistec o la hamburguesa en un básico de nuestras cenas.

“La grasa de estas carnes es en su mayor parte saturada, y un exceso puede dar lugar a patologías digestivas de diversa índole. Si buscamos proteínas podemos encontrarlas mejor en los pescados azules, que además contienen gran cantidad de vitamina D, de la que solemos tener déficit”. Sánchez asegura que la mayoría consumimos más proteína de la que necesitamos (“hasta tres veces más”, puntualiza) y que lo ideal es revertir esta tendencia “y volver a la dieta mediterránea, con un mayor aporte de fibra y menos de proteínas”.

Lácteos

 
queso (nevodka / Getty Images/iStockphoto)

Cuidado con aquello de “me como un yogur y a la cama”, pues buena parte de lácteos procesados llevan una cantidad ingente de azúcar. Y el azúcar jamás va a ser bienvenido en nuestra dieta, ni por la noche ni en ningún otro momento del día. “Lo máximo que deberíamos tomar es una cucharada al día, y si no la tomamos mejor”, afirma Sánchez, que asegura “que los procesados llevan, sobre todo, grasa, sal y azúcar”, de manera que será siempre mucho mejor comer un yogur natural, pese a que contenga la grasa de la leche, que un lácteo desnatado con azúcares y aditivos.

Conviene leer las etiquetas y, si el cuerpo nos pide quesos, “apostar siempre por quesos frescos como mozzarella o cabra fresca”, antes que los curados, que pueden contener hasta el doble de grasa.

Legumbres

 
A parte de sus propiedades nutricionales, las legumbres pueden ayudar mucho al medio ambiente (AndreyGorulko / Getty Images/iStockphoto)

Si bien no sería correcto decir que no se deben comer legumbres por la noche, sí es cierto que “se deben evitar los platos de legumbres de noche si nuestro organismo no está demasiado acostumbrado a la fibra”, apunta el nutricionista. Cuando empezamos a introducir las legumbres y otros alimentos con fibra en la dieta, como el brócoli, lo normal es que tengamos gases, de manera que hasta que nuestro cuerpo se acostumbre a ella más vale evitarlos por la noche, o al menos en grandes cantidades. Es decir, si tenemos tendencia a tener gases, más vale que combinemos los alimentos especialmente flatulentos con otros que no lo sean tanto: podemos empezar usando el brócoli o la coliflor como guarnición, acompañados de otros alimentos.

Sánchez asegura que, pese a que la dieta depende siempre de numerosos factores, desde la complexión física a los hábitos de vida o el estado de salud de cada persona, hay algo que se puede prescribir a todo el mundo: no conviene saltarse la cena en ningún caso, pero hay que intentar comer siempre moderadamente sin prescindir de ningún alimento, más allá de los procesados o los dulces.