Grasas trans: las peores para el corazón

Este tipo de grasas aumentan tu riesgo cardiovascular

Actualizado 24 de marzo de 2016
Numerosos estudios han demostrado que consumir alimentos con grasas trans o grasas parcialmente hidrogenadas aumenta los factores de riesgo de padecer enfermedades coronarias. Son incluso más perjudiciales para el corazón que las grasas saturadas, ya que aumentan los niveles de colesterol LDL (malo).

El efecto de las ácidos grasos trans es mucho mayor que el provocado por el colesterol, ya que están involucrados procesos inflamatorios relacionados con la aterosclerosis (estrechamiento de las arterías), según algunas investigaciones.

¿Qué son las grasas trans?

Los ácidos grasos trans (AGT) o grasas trans son grasas insaturadas que se comportan como grasas saturadas. Este tipo de grasas aumentan las lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol malo) el colesterol malo (LDL) y reducen el colesterol bueno (HDL), pudiendo provocar enfermedades coronarias (infarto o angina de pecho).

¿Dónde se encuentran las grasas trans?

Las grasas trans pueden ser de origen animal. Se originan de manera natural en la grasa de la leche y en la carne de los rumiantes (ternera o cordero).

Los ácidos grasos trans se producen además al cocinar alimentos con aceites refinados como el de girasol o de soja a altas temperaturas.

Pero también pueden ser de origen vegetal. Las grasas trans se forman en la elaboración industrial de alimentos con aceites vegetales (soja o girasol) que son transformados por la hidrogenación. Este proceso consiste en añadir moléculas de hidrógeno a los aceites, modificando su estructura química y convirtiéndolos en aceites poco saludables.

 

La industria alimentaria utiliza mucho este tipo de grasas vegetales hidrogenadas para potencian el sabor, y alargar la vida útil de productos elaborados. Además son baratas.

Algunos productos de bollería industrial, bizcochos, galletas, margarinas, manteca vegetal (shortening vegetable), platos precocinados (especialmente productos congelados como croquetas, lasañas, pizzas, empanadillas o patatas), cereales para el desayuno o tentempiés dulces (palomitas para microondas) o salados (patatas fritas de bolsa) son algunos de los productos que contienen grasas trans (o trans fats en inglés).

Son alimentos que debes reducir en tu dieta diaria, ya que tienen muchas calorías, y grasas nada saludables para el corazón.

Solo 2 gramos de grasa trans diarios

La Organización Mundial de la Salud recomienda que solo el 1 por ciento del total de la energía diaria proceda de ácidos grasos trans. En una dieta media de 2.000 a 2.500 calorías significa un consumo máximo de 2 a 2,5 gramos de grasas trans al día.

La Asociación Americana del Corazón fija como cantidad máxima de grasas trans en 2 gramos por día en una dieta de 2.000 calorías. Desde 2006, las empresas americanas están obligadas a etiquetar el contenido de grasas trans que hay en los productos si contienen más de 0,5 gramos por ración. Pero si comes grandes porciones o varias porciones de estos productos es posible que estés superando el límite.

7 efectos nocivos de las grasas trans

Múltiples investigaciones científicas han revelado que los ácidos grasos trans, procedentes de los aceites hidrogenados industrialmente, tienen efectos nocivos sobre los niveles de grasa en la sangre.

  1. Incrementan los principalesfactores de riesgo vinculados con enfermedades del corazón.
  2. Aumentan el desarrollo de la arteriosclerosis, incluso más que las grasas saturadas. Es decir, pueden provocar que se formen placas de grasa (ateromas) en tus venas y obstruyan la circulación de sangre pudiendo producir distintas enfermedades cardiovasculares.
  1. Elevan la concentración de colesterol malo (LDL) y triglicéridos.
  2. Y lo peor, disminuyen el colesterol bueno (HDL).
  3. Además afectan el tamaño de las lipoproteínas. El tamaño pequeño y denso de las partículas del colesterol LDL está asociado a un riesgo más alto de sufrir enfermedades del corazón.
  4. Merman la capacidad de dilatarse de los vasos sanguíneos. El efecto vasodilatador es beneficioso porque aumenta el calibre de los vasos sanguíneos, permite que la sangre haga menos presión contra las paredes de la vena al pasar. Pero cuando esta capacidad se reduce (vasoconstricción) el flujo de la sangre tiene más dificultades para circular y puede provocar una subida de la presión o una rotura del vaso sanguíneo.
  5. Pueden empeorar el metabolismo de la insulina y aumentar el riesgo de diabetes.

 

Cómo identificar las grasas tras en las etiquetas

Si quieres saber lo qué compras es importante que te acostumbres a leer la etiqueta de Información Nutricional de los productos.

Es la única manera de que no compres algo que creías que era sano y no lo es tanto. No es extraño comprobar como algunas marcas comerciales presumen de ofrecer productos sanos y utilizan ingredientes tan poco saludables como ácidos grasos trans o grasas saturadas (escondidos bajo aceites vegetales de palma, palmiste o coco).

Solo tienes que mirar atentamente una tabla de información nutricional de unas magdalenas o de una bolsa de chips y podrás leer en la parte donde identifica las grasas un apartado que especifica el tipo de grasas utilizadas. Aparecen como grasas trans (trans fat o trans fatty acids (TFA), en inglés). Su contenido puede variar entre el 1 y el 30 por ciento. En algunos casos en los que las grasas trans no aparecen explícitas en la etiqueta, se les puede localizar en la lista de ingredientes como "aceite vegetal parcialmente hidrogenado" o como "shortening".