El cromo en la nutrición


El cromo es una mineral que es necesario en muy bajas cantidades por nuestro organismo. Se lo encuentra en principalmente en dos estados de oxidación: trivalente (cromo +3), el cual es biológicamente activo y se encuentra en los alimentos y suplementos nutritivos y hexavalente (cromo +6), como un derivado tóxico de la contaminación industrial.

El cromo se concentra mayormente en el hígado, bazo, los tejidos blandos y huesos. El contenido de cromo va disminuyendo con la edad. Es considerado un oligoelemento o un elemento traza ya que es un mineral que se necesita en muy poca cantidad pero es indispensable para las funciones de nuestro organismo. También se consideran oligoelementos minerales como el zinc, cobalto, cobre, boro, manganeso, iodo, etc.

Su descubrimiento se atribuye a un químico francés llamado Loius-Nicolas Vaquelin en el año 1797. Muchos años más tarde, en 1959, los científicos Walter Mertz y Klaus Schwarz, descubrieron que el cromo tenía un rol importante en el metabolismo de carbohidratos, formando parte del factor de tolerancia de la glucosa.

Funciones del cromo en el organismo

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Fuentes naturales de Cromo
 El cromo se encuentra en alimentos como carnes procesadas, vísceras, cereales integrales, brócoli, cebollas, tomates, frutas, cerveza, vino rojo o tinto y especias entre otros.
Los alimentos con alto contenido de azúcares simples como sucrosa o fructosa, no sólo tienen un bajo contenido de cromo, sino que también promueven la pérdida de cromo de nuestro organismo.
El contenido de cromo en los alimentos varía notablemente ya sea por la forma de cultivo y fabricación como así también por contaminación con cromo durante los análisis de laboratorio de diferentes alimentos. Por ello, la siguiente tabla, da valores aproximados del contenido de cromo y debe servir como una guía.

En general, los métodos de procesamiento de los alimentos disminuye el contenido de cromo. Un ejemplo de esto sucede cuando los granos son triturados para fabricar harinas, ya que el cromo contenido en el germen y el salvado, es removido. Lo mismo ocurre cuando se realiza el refinado de azúcares. En cambio los alimentos ácidos, pueden acumular cromo durante su cocción o preparación, especialmente si son calentados en recipientes de acero inoxidable (parte del cromo del recipiente pasa al alimento).

El cromo también está disponible en forma de suplementos, como único ingrediente o en fórmulas combinadas con otros nutrientes. La dosis típica se vende de 50 a 200 mcg (microgramos).
Se puede adquirir bajo la forma de cloruro de cromo, nicotinato de cromo, citrato de cromo y picolinato de cromo. Siempre consultar con un profesional antes de optar por los suplementos de cromo.

En la siguiente tabla se menciona la cantidad de Cromo en microgramos (mcg.) contenida en una porción de alimento.
 

Alimento Porción Cromo en µg
(microgramos)
Brócoli 1/2 taza 11
Fiambre de pavo 100 gr. 10.4
Jugo de uvas 250 cc. 7.5
Muffin inglés (de desayuno), integral 1 4
Patatas, puré 1 taza 3
Ajo, desecado 1 cucharada 3
Bagel, integral 1 2.5
Jugo de naranja 250 cc. 2.2
Pechuga de pavo 100 gr. 2
Albahaca, desecada 1 cucharada 2
Carne de vaca 100 gr. 2
Pan integral 2 rodajas 2
Judías verdes (chauchas-habas) 1/2 taza 1.1
Manzana, con cáscara 1 mediana 1
Banana 1 mediana 1

Fuente: USDA-Office of Dietary Supplements (United States Department of Agriculture)
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Deficiencia de Cromo
La deficiencia de cromo no es tan habitual. Sin embargo, puede suceder debido a que los procesos de fabricación remueven gran parte del cromo natural presente en los alimentos.
La falta de cromo puede traer como consecuencia resistencia a la insulina, es decir que las células de nuestro organismo no responden a la presencia de insulina.
La resistencia a la insulina puede desencadenar:


El contenido de Cromo puede disminuir bajo ciertas condiciones:

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Dosis diaria recomendada


En la siguiente tabla se establecen la ingesta adecuada de Cromo según el Departamento de Nutrición del IOM (Institute of Medicine: Instituto de Medicina) y la USDA (United States Department of Agriculture: Departamento de Agricultura de Estados Unidos) tanto para infantes, niños y adultos.
 
Edad Hombres (mg/día Mujeres (mg/día)
0 a 6 meses 0.2
6 a 12 meses 5.5
1 a 3 años 11
4 a 8 años 15
9 a 13 años 25 21
14 a 18 años 35 24
19 a 30 años 35 25
31 a 50 años 35 25
51 años y más 30 20
Embarazo (menores de 18)   29
Embarazo (mayores de 18)   30
Lactancia (menores de 18)   44
Lactancia (mayores de 18)   45

 

Interacciones del cromo con nutrientes y medicamentos

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Toxicidad del cromo
No se ha establecido aún la ingesta máxima tolerable para el cromo (IOM-USDA Institute of Medicine), ya que muy pocos efectos adversos se han relacionado a la alta ingesta de cromo.
Sin embargo cabe aclarar, que la toxicidad del cromo difiere ampliamente según el estado de valencia. El cromo trivalente, que se encuentra en los alimentos y suplementos, tiene muy bajos niveles de toxicidad en caso de una ingesta elevada ya que su absorción es baja. Dentro de los suplementos, el picolinato de cromo, de acuerdo a diversos estudios, potencia la acción de la insulina y reduce la hiperglucemia y la hiperlipidemia. Se lo ha relacionado con alteraciones en el ADN en cultivos de célula pero hasta el momento no se ha podido comprobar en organismos vivos. En cambio, el cromo hexavalente (no se encuentra en los alimentos) tiene niveles de toxicidad muy altos. El cromo hexavalente es un derivado de la fabricación del acero inoxidable, pigmentos, y numerosos productos industriales que causa irritación local (dermatitis) y aumenta la incidencia de cáncer (especialmente cáncer de pulmón).
Las personas con alguna enfermedad renal o hepática son más susceptibles a los efectos adversos de la ingesta excesiva de cromo.

El Cromo y la pérdida de peso
A veces las publicidades promueven de forma exagerada a los suplementos de cromo como benefactores en cuanto a la pérdida de peso o grasa y al aumento de masa muscular (fisicoculturismo).
Diversos estudios han comparado los efectos de 1000 mcg/día de cromo (picolinato de cromo) con respecto a la masa corporal y no han hallado significantes beneficios. Por el momento, no existen reportes suficientes para proclamar al cromo como un promotor de la pérdida de peso y grasa en seres humanos.