NUTRICIÓN   

 

 

CÓMO ALIMENTAR BIEN A NUESTROS PEQUEÑOS DEPORTISTAS

Los niños/as que hacen deporte deben seguir un régimen adaptado a su actividad física que implique un aumento de las reservas calóricas y los nutrientes.
Los pequeños siempre tienen necesidad de los mismos nutrientes, hagan o no deporte. Pero en los niños que practican un deporte y dedican varias sesiones a la semana a entrenarse, una gran parte de los nutrientes son utilizados para su actividad física, por lo que es necesario aumentarlos.
Si la dieta de estos niños no les aporta la cantidad necesaria de nutrientes para su crecimiento, desarrollo y actividad deportiva, las repercusiones en su salud pueden llegar a ser graves (retraso en el crecimiento y amenorrea en las niñas). Además, el rendimiento deportivo será inferior al de sus posibilidades.
En las niñas ya adolescentes, hay que cuidar muy especialmente su aporte de hierro a fin de evitar anemias. Las pérdidas de este mineral se incrementan durante la menstruación y hay que tener en cuenta que el ejercicio ""quema"" mucho hierro.

¿Cómo cubrir bien sus necesidades?

Ninguna reacción energética podría tener lugar sin agua. Es importante no esperar a tener sed para beber porque ésta llega cuando la deshidratación ha comenzado. Para evitarlo es indispensable que el niño se acostumbre a beber antes, durante y después del esfuerzo. No sólo agua, cualquier líquido es bueno (zumos, infusiones, caldos).
La mejor manera de saber la cantidad de cada alimento que debe tomar el crío es consultarlo con un especialista, que lo calculará teniendo en cuenta las características del niño (edad, peso, actividad...).

Entre las recomendaciones que el especialista te dará figuran:

- hacer 3 comidas al día y 2 tentempiés (a media mañana y merienda)
- tomar cada día alimentos de todos los grupos
- evitar comidas y preparaciones ricas en grasas
- comer todos los días frutas y verduras frescas
- alternar el consumo de pescado y carne, dando siempre preferencia al pescado
- beber al menos medio litro de agua al día

En todo caso, estos consejos no deben suplir la consulta del especialista, que puede ser perfectamente el pediatra.

La energía que necesitan

La energía que el cuerpo necesita para funcionar proviene de los alimentos, principalmente glúcidos (azúcares: simples y complejos) y lípidos (grasas), pero también son necesarias proteínas, vitaminas, minerales y agua:

- glúcidos: principal combustible muscular. Pueden ser simples (azúcar, fructosa, glucosa, miel), utilizables inmediatamente; y complejos (en harinas, legumbres secas, arroz, patatas), de digestión más lenta. Su consumo es primordial en los deportistas, pero en exceso se convierten en grasa. No conviene abusar de los azúcares simples de rápida absorción
- lípidos o grasas: son requeridos cuando el glucógeno se agota. El hígado los transforma en glucosa. En exceso, se acumulan en el tejido adiposo. Pueden ser de origen vegetal (aceite de oliva, frutos secos) o animal (carnes, lácteos, mantequilla). No hay que abusar de los de origen animal
- proteínas: fundamentales en la reparación de los tejidos. De origen animal (pescado, carne, huevos, leche) o vegetal (cereales, legumbres secas). El aumento de su consumo debe hacerse con mucha precaución, ya que el exceso no es bueno para los riñones y puede provocar una pérdida de nitrógeno
- vitaminas: no aportan energía al cuerpo pero son esenciales para el buen funcionamiento de la células. Se dividen en liposolubles (A,D,E,K) e hidrosolubles (C, grupo B). Si la alimentación del niño es buena, no es necesario darle suplementos
- minerales: todos son importantes y sus necesidades son cubiertas con una alimentación equilibrada. Se dividen en oligoelementos (flúor, zinc, cobalto, etc.) y macrominerales (calcio, sodio potasio, etc.), cuyas necesidades son más elevadas

LOS GASES Y LAS FLATULENCIAS PUEDEN PREVENIRSE

Mucha gente padece incómodos problemas de gases después de comer que en la mayoría de los casos se debe al tipo de alimentos ingeridos. Pero también el estrés, la tensión o el nerviosismo inducen a la formación de gases y flatulencias, y prueba de ello es que las molestias intestinales suelen ser mucho más frecuentes tras asistir a una comida de trabajo.
Hay ciertos alimentos que favorecen la aerofagia, sobre todo algunas verduras y legumbres. Pero podemos mejorar este problema siguiendo algunos consejos para que estas comidas no nos sienten tan mal.
Las legumbres en general suelen producir flatulencia y gases debido a su alto contenido en fibra. Las lentejas son las que menos fibra contienen y su flatulencia es menor. Una forma de evitar la producción de gases cuando se ingieren estos alimentos es tomando yogur de postre. También se consigue disminuir la flatulencia masticando muy bien la comida o tomándola en puré (de garbanzos, lentejas, etc.).
También es bueno tomar yogur de postre cuando se come col o coliflor, dos verduras que suelen producir gases cuando se toman cocidas. Curiosamente, este inconveniente desaparece cuando se consumen crudas.
Las verduras y hortalizas en general también pueden producir gases debido a su alto contenido en celulosa. Esta fibra suele fermentar en el intestino por el efecto de las bacterias y no es de extrañar que tras consumir una buena ensalada de crudités, si se tiene el intestino algo sensible, se tengan gases e hinchazón. Lo importante es masticar muy bien los alimentos.
La formación de gases va unida al contenido de fibra que contienen los alimentos. Entre los que no tienen fibra están las carnes, pescados, lácteos y huevos.
Cuando las molestias intestinales son a causa del estrés o la tensión por el trabajo el único remedio es intentar relajarse y en estos casos suele ser muy recomendable sustituir el café por una infusión digestiva (manzanilla) o relajante (tila).

 

SALUD GENERAL    

 

 

PARA ESTAR GUAPOS, LOS HOMBRES DEBEN CUIDAR SU PIEL

Hasta hace poco los hombres pensaban que los cuidados de la piel eran cosa de mujeres y muy poco masculinos. Sin embargo, con la actual presión por estar guapos, la cantidad de productos para hombres que hay en el mercado y la evidencia de las arrugas, son muchos los que empiezan a cuidarse. Aquí te damos algunos consejos que no te costará nada seguir.
Tu piel es mucho más gruesa y grasa que la de la mujer, y aunque también es menos sensible, no está de más dedicarle unos mínimos cuidados para estar más guapos, evitar molestias y, sobre todo, arrugas.
La piel del hombre sufre diariamente la agresión del afeitado. Además, muchos factores externos favorecen la aparición de capilares rojos y envejecimiento. La sequedad excesiva también puede llegar a producir problemas.

Los mismos consejos que se le dan a las mujeres pueden ser seguidos por los hombres. Pero para que no te eches atrás, te los hemos simplificado al máximo:

- Protégete del sol: os gusta menos tomar el sol y sois muy cabezotas respecto a las cremas solares. Piensa que el envejecimiento, las quemaduras, manchas y cáncer de piel también te afectan. Utiliza una crema de factor solar elevado y after sun para después. Protégete también cuando vayas a esquiar o hacer deporte al aire libre

- Hidrata la piel: por lo menos las manos y la cara, siempre expuestas. Hay cremas muy ligeras que no te dejarán grasiento. Cuando empieces a notar sequedad en el cuerpo no dudes en echarte crema, te evitarás muchas molestias

- El afeitado: ningún método es mejor que otro, pero todos son agresivos y resecan la piel. Sustituye el martirio del after shave líquido y fuerte por una emulsión hidratante ligera, especial para el afeitado: el cambio es espectacular.

No te olvides de que el tabaco ensucia y llena tu piel de puntos negros y el exceso de alcohol provoca venitas rojas. Sigue una dieta equilibrada, bebe agua y acuérdate de la fruta. Estarás más guapo.

VILLALOBOS: MÁS PRUDENTE QUE POLÍTICA

La ministra española de Sanidad, Celia Villalobos, dijo la semana pasada a las amas de casa que sustituyeran los huesos de vaca por los de cerdo para protegerse del mal de las vacas locas. Antes de Navidad, la web gymhome.com ya había informado dos veces sobre este tema a sus visitantes con la noticia “Cuidado con los huesos para el caldo”.
El hecho de que GymHome aconsejara no utilizar los huesos del espinazo y de caña para el caldo, además de otras partes de la carne de ternera, era para prevenir a todos de una enfermedad mortal sobre la que los propios científicos tienen muchas lagunas: incubación, transmisión, contagio, etc.
Más vale prevenir que curar, y como cuesta muy poco sustituir los huesos de ternera por otros o hacer un caldo vegetal, muy sano y nutritivo, ¿por qué arriesgarnos?
Por descontado, el desconocimiento de los políticos sobre este asunto es total y flagrante. A la señora Villalobos lo único que le sucedió es que tuvo un “lapsus” y en lugar de actuar como política, le salió la vena de ama de casa, madre y preocupada como todos por su salud. Además, aconsejada por su hermano médico, dijo lo más razonable pero políticamente incorrecto: ""No uséis huesos de ternera, usadlos de cerdo, como yo…"", y la armó.
La ministra ha aumentado también la lista de productos vacunos que deben ser evitados. Anteriormente ya había recomendado a las madres de familia que comprasen carne con garantías y se olvidasen de las gangas. Ahora ha dicho públicamente que, aunque no están prohibidos, no se utilicen huesos de vaca, lo que no ha hecho sino disparar la queja de los ganaderos afectados.
Por su parte, el Gobierno británico sí tiene prohibidos los huesos de caña de vaca, calificados por la Unión Europea como de baja infectividad. Las partes más peligrosas de las vacas siguen siendo el cerebro, la médula, los ojos, intestinos y amígdalas.
La incorrección política de Villalobos no significa que esté ausente de razón. Al contrario, más vale prevenir. Así lo entiende el 55 % de los internautas, que han respondido de este modo a una encuesta del periódico español ""El Mundo"". EL otro 45 % cree que no hay que tener cuidado con los huesos de vaca.

 

MUJER    

 

 

LA MENSTRUACIÓN NO IMPIDE LAS RELACIONES SEXUALES

Hay mujeres que evitan mantener relaciones sexuales cuando tienen el periodo. Los motivos son el posible dolor durante la penetración, la sensación de incomodar a su pareja con la sangre, el olor más fuerte, o simplemente por pudor.
Además de la percepción social negativa sobre la menstruación, ésta continúa siendo aún algo tabú para muchas mujeres, que se sienten sucias y avergonzadas. Incluso les cuesta hablar de ello con sus parejas, por lo que pensar en hacer el amor con el periodo resulta algo inconcebible.
Aparte de esta percepción negativa, el rechazo a mantener relaciones durante la menstruación puede deberse sólo a motivos de incomodidad, como el hecho de que la sangre pueda manchar las sábanas o el olor corporal sea más fuerte. Simplemente las molestias de la situación pueden hacer que muchas mujeres pierdan interés por el sexo.

Un mayor deseo

Sin embargo, por el hecho de tener la menstruación, la penetración no tiene por qué resultar más dolorosa y tampoco suele ser la razón por la que algunas mujeres rechazan el sexo durante la regla.
De hecho, otras mujeres consideran la menstruación un estado cíclico totalmente natural y que pueden compartir con su pareja. Por diversas razones incluso algunas de ellas sienten más deseo sexual que cuando no están menstruando. Además, algunas encuentran en el orgasmo un alivio a las molestias propias de la regla.
En conclusión: no hay ningún problema físico para no tener relaciones sexuales durante la menstruación, ni éstas tienen por qué resultar más dolorosas. Mantenerlas o no depende de cada mujer.