TAI-CHI-CHUAN

 

El Tai-Chi: descúbrelo...

Aunque es una práctica nacida en Oriente, sus reconocidos beneficios lo han traído hasta aquí. Empieza a hablarse del Tai-Chi, cada vez más en serio. Y no es para menos: practicarlo nos ayuda a relajarnos, a oxigenar nuestro cuerpo y nuestra mente, a concentrarnos, a ganar seguridad en nosotras mismas e incluso hasta a manejarnos mejor en la defensa personal. Y aquí tienes la prueba: ya son muchos los que se han apuntado al carro. ¿Subes tú? Antes de decir que no, observa sus beneficios:

BENEFICIOS FÍSICOS. Como ejercicio físico que es, el Tai-Chi estimula todos los músculos y articulacionesde nuestro cuerpo sin forzarlos de manera excesiva. El movimiento es lento y cada ejercicio enlaza con el siguiente de manera que la conexión es tan suave que nuestras articulaciones no se fuerzan y aprendemos a serconscientes de nuestras posibilidades. En este sentido, no es como otros deportes más convencionales que intentan llevar el esfuerzo y el cuerpo al máximo, ya que la idea es que todo el movimiento nazca de dentro y se lleve a cabo con absoluta comodidad. Sólo así se puede disfrutar de su práctica, soltar el cuerpo, suavizar nuestro ritmo y nuestra flexibilidad y evitar las lesiones.

RELAJACIÓN Y BENEFICIOS MENTALES. La respiración es un componente básico en esta práctica: ha de ser larga y profunda, no como cuando saltamos, que la respiración es entrecortada y muy rápida. Con el Tai-Chi el movimiento respiratorio se inicia en nuestro abdomen, que al inflarse y contraerse acompasadamente empuja el diafragma provocando una oxigenación general en todo nuestro cuerpo. Y es que es este el principal objetivo de este deporte oriental: oxigenar todo el cuerpo, incluido el cerebro. Objetivo gracias al cual conseguimos un cuerpo más flexible y una mente más lúcida.

Durante el ejercicio, la mente se calma, nos concentramos en el movimiento y la conexión cuerpo-mente llega a ser total, lo que induce a una relajación envidiable. No en vano se dice del Tai-Chi que es "meditación en movimiento", ya que una vez memorizados los ejercicios, los movimientos fluyen de manera que acabamos desconectando del exterior y la mente se va acercando a la calma.

LA DEFENSA PERSONAL. Por último, no hay que descartar la práctica del Tai-Chi como defensa personal. En este caso, los interesados pueden estudiar cada movimiento y darle una aplicación marcial como defensa, esquives, ataques... Aunque esto no es recomendable si eres principiante y no dominas los movimientos, la estrategia de defensa consiste en desviar el ataque del contrario de manera que éste pierda el equilibrio. Y, lo mejor de todo, es que bien practicado, funciona.

Como ves, el Tai-Chi permite cultivar múltiples aspectos a la vez que conducen a un solo punto: llegar a la plena estabilidad, tanto física como mental. Un objetivo nada desdeñable si lo que quieres es disfrutar del deporte, beneficiar tu cuerpo y sonreír a tu mente.