GYM OLIMPO

BARCELONA

DRENAJE LINFÁTICO MANUAL 

 

EL DRENAJE LINFATICO MANUAL

  Existen diferentes métodos de Drenaje Linfático Manual.

  Estos entre los más conocidos. Sus diferencias son mínimas, y están en relación a variantes en las técnicas empleadas para el drenaje.

 

  POR QUÉ DRENAJE LINFÁTICO, Y NO MASAJE LINFÁTICO?

  Amasar, según el Diccionario de la Real Academia Española, es :"Mover y apretar una masa"..., mientras que drenar es: "Avenar, es decir dar salida al agua detenida"... 

  Esto significa que las maniobras para realizar esta práctica, deben ser suaves y muy delicadas, pues si son bruscas (amasar), en lugar de favorecer que el exceso de "linfa" retenido sea avenado, por la red linfática subdérmica, que es la que se trata de estimular con estas maniobras, se lesionen dichos vasos, conduciendo a un agravamiento de la enfermedad: LINFEDEMA.

  Por lo tanto, la técnica del drenaje linfàtico manual consiste en hacer llegar a los territorios linfáticos sanos el exceso de líquido acumulado en las zonas de edema por medio de manipulaciones o masajes. El drenaje linfàtico debe ser practicado por un especialista en linfologia o terapista especializada, bajo la conducción del primero.

  En una sesión de drenaje existen diferentes actos esenciales, primero la preparación del paciente es muy importante, la relajación en un ambiente tranquilo y confortable. Luego el inicio de las maniobras para "preparar a los linfáticos sanos" a recibir el incremento de líquido desde las zonas de bloqueo linfatico a drenar y finalmente los movimientos de drenaje fundamentales.

  Dos son importantes.

  Un movimiento de llamada o evacuación destinado a evacuar la linfa a distancia de la zona enferma hacia los vasos precolectores y colectores sanos.

  Otro movimiento de captación o de reabsorción para favorecer la penetración de la linfa en los vasos linfàticos a nivel de la zona del edema.

  Cada sesión de drenaje linfático manual, tiene una duración en el tiempo de unos 45 a 60 minutos, al final de los cuáles, UD. sentirá, casi de seguro la imperiosa necesidad de concurrir a evacuar su vejiga, síntoma inequívoco de que esa sesión le ha sido útil.

  Cuando el linfedema se torna "blando" y ha reducido, será en ocasiones necesario estabilizarlo con un vendaje adecuado.