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  LUMBALGIAS

 

  DEFINICIÓN Y TIPOS


Se definen como dolores en la zona lumbar (de los riñones) de la espalda, cuyos orígenes son muy variados..

Existen varios tipos de lumbalgias: agudas o lumbago propiamente dicho y crónicas.

 

Lumbalgias agudas: son dolores lumbares producidos en un momento puntual; normalmente por sobrecarga al levantar un peso del suelo sin las precauciones adecuadas, o por movimientos repetitivos o violentos de flexo-extensión de la espalda. Se produce en este caso, un sensación de "quedarse clavado" en el sitio, sin posibilidad de realizar movimientos de tronco sin que el dolor sea intenso, notando en ocasiones un "chasquido". Tiene un período de dolor aproximado de 1 a 2 semanas.

Lumbalgias crónicas: cuando el período de dolor es más prolongado, llegando incluso a 1 o 2 meses de duración, podemos hablar de lumbago crónico. A diferencia del lumbago agudo, este no aparece de una forma repentina, sino que va instaurándose poco a poco en el paciente hasta que se hace evidente. Entre las causas del lumbago crónico podríamos incluir a aquellas anomalías estructurales de la columna vertebral que nos llevan a recaídas continuas con  dolor lumbar.

 

 

  CAUSAS


Muchas son las causas que pueden producir una lumbalgia:

- Anomalías del raquis lumbar: como consecuencia de una hiperlordosis lumbar, espondilolisis lumbar, espondilolistesis lumbar y estenosis o estrechamiento del canal medular.

- Degeneración de los discos intervertebrales: protusión y hernia discal.

- Reumatológicas: artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, espondiloartrosis lumbar, enfermedad de Paget, artrosis facetaria, osteoporosis y artrosis vertebral lumbar.

- Por stress: que se acumula especialmente en la musculatura del cuello y zona dorsal, entre los homóplatos o escápulas, repercutiendo al mismo tiempo en la columna lumbar.

- Por problemas musculares: acortamiento de la musculatura posterior de las piernas (isquiotibiales), debilidad o hipotonía muscular abdominal, escasa elasticidad del músculo psoas ilíaco, poca fuerza en musculatura paravertebral de la espalda.

- Por sobreesfuerzo: produciéndose contracturas musculares en musculatura lumbar; por ejemplo, al coger peso desde el suelo sin tener la precaución de flexionar ligeramente las rodillas.

- Consecuencia indirecta de otras patologías de órganos internos: enfermedades renales, ginecológicas o urinarias.

- Circunstanciales: por traumatismo directo, por embarazo (más a partir del 5º mes), o por quistes sebáceos cerca de las vértebras lumbares que producen opresión de las estructuras de la columna y de los tejidos blandos.

- Ortopédicas: por acortamiento de una pierna respecto a la otra (dismetría de caderas), por producirse un cizallamiento de la articulación sacro ilíaca.

- Psicológicas: cuando nos encontramos ante un problema específico la respuesta de todo el cuerpo, así como de la musculatura de la columna, es la de contraerse, aumentando de esta forma el dolor. A mayor relajación, menos problemas de espalda.

 

 

 

SÍNTOMAS


Los síntomas que aparecen son:

- Dolor importante en musculatura paravertebral lumbar y glúteos (parte superior), con sensación de cinturón de dolor, como si nos cortara el cuerpo en dos. 

- Impotencia funcional parcial de la espalda, en su movimiento de flexión hacia delante,  por producir dolor importante en la parte baja de la espalda.

- En ocasiones la contractura muscular paravertebral lumbar, hace que no podamos sentarnos como lo haríamos habitualmente, pues aumenta el dolor.

 

 

 

 

  DIAGNÓSTICO


Independientemente de los dolores referidos por el paciente, se aprecia claramente a la palpación y presión de la zona afectada, las contracturas musculares que provocan el dolor, bien en musculatura vertebral como en glúteos.

Dichas contracturas son la causa, pero no el origen; para lo cual, en caso de lumbalgias crónicas habría que realizar las pertinentes pruebas radiológicas para establecer el origen de las mismas.

 

 

 

  TRATAMIENTO


Habría que diferencias los diferentes tipos de lumbalgia:

Lumbalgia aguda o lumbago: Normalmente se recomienda reposo en cama, a lo sumo durante 48 horas, para después ir incorporándose progresivamente y volver a la actividad habitual paulatinamente (sin sobreesfuerzos). Hoy en día se desaconsejan reposos absolutos durante más de 2 días, pues la recuperación posterior se vería sensiblemente retrasada.

- En primer lugar el médico correspondiente recomienda al paciente la toma de antiinflamatorios, bien por vía oral o mediante inyecciones.

- Se guardan las medidas higiénicas correspondientes de reposo: dormir de costado con las piernas flexionadas (posición fetal), con un cojín entre las 2 rodillas; o bien, boca arriba con las rodillas en flexión. Se desaconseja totalmente el dormir boca abajo, pues aumentaría la curvatura lumbar, aumentando el dolor.

- Las medidas de fisioterapia correspondientes para aliviar el dolor, serían las siguientes: termoterapia (calor local), masaje de la musculatura dorso-lumbar y glúteos, aplicación de T.E.N.S (electro estimulador transcutáneo), ejercicios de compensación musculares, buscando el fortalecimiento abdominal y de la musculatura extensora de la espalda, así como estiramientos de la musculatura paravertebral de la espalda e músculos posteriores de las piernas (isquiotibiales) y músculo psoas.

Lumbalgias crónicas: En este tipo de lumbalgias se procedería al mismo tratamiento que en las agudas. Si este fracasara, habría que estudiar la posibilidad de realizar intervención quirúrgica, cuando su origen fuera por ejemplo, una hernia discal. No obstante, la decisión al respecto siempre se encuentra en manos del especialista correspondiente, así como de la tolerancia del paciente a los dolores a los que se ve sometido periódicamente.

 

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